jueves, 2 de junio de 2011

La Princesa Xipaguazin Moctezuma.

Una historia casi inédita, que nos hace pensar en la grandiosa cultura prehispanica que a veces olvidamos, es muy interesante, mística, hermética la historia de la princesa Xipaguazin Moctezuma.

En Cataluña, España, cerca de la frontera con Francia existe un pueblo de 14 habitantes llamado Toloriu, como todo buen pueblo que se precie posee una iglesia con una peculiaridad, en su portal exhibe una placa que reza: La princesa Xipaguazin Moctezuma, hija del emperador mexicano y esposa de Juan de Grau, barón de Toloriu, murió en el año 1537.

La placa, escrita en francés, está firmada por los “Caballeros de la orden de la corona azteca de Francia” y por un tal Chevalier L. Vidal Pradal de Mir. Aquí la cosa empezaba a ponerse buena y para comprender el sentido de esa casi olvidada placa, tendremos que empezar por contar las cosas desde el principio.
Resulta que en aquellos años en los que barcos iban y barcos venían de España a América, existió don Juan de Grau, barón de Toloriu, quien buscando la aventura se embarcó hacia el nuevo mundo con Hernán Cortés. Estando en México y enamorándose se fijó en una de las hijas de Moctezuma, que según se sabe, tuvo 19 hijos.

Aquí varios investigadores presentan diferentes versiones, ya que mientras unos dicen que se casaron, otros argumentan que simplemente ‘se la robó’. Fuera una cosa u otra, lo cierto es que la princesa viajó hasta Cataluña para vivir con su Juan, que, incapacitado para llamar a su mujer por su nombre (un poco de esfuerzo no le hubiera costado nada), optó por llamarla María (que derroche de originalidad).

Xipaguazin no llegó sola, se trajo con ella a uno de sus hermanos y a su séquito personal, todos juntos se instalaron en una propiedad de nombre Casa Vima ubicada en Toloriu y que todavía se mantiene en pie. Ahí, un año más tarde, el 10 de enero de 1534, murió al dar a luz a su hijo Juan Pedro de Grau y Moctezuma, barón de Toloriu y emperador legítimo de México.

Y aquí viene el toque misterioso de esta historia, ya que muchos aseguran que la princesa sabía que moriría pronto y tomó la precaución de enterrar en Casa Vima los tesoros que había heredado de su padre. Este hecho nunca fue confirmado de ninguna manera, pero la leyenda fue pasando de generación en generación hasta tal punto que 400 años más tarde, en 1936, su tumba fue ultrajada y destruida y Casa Vima fue adquirida por unos alemanes cazadores de tesoros que se dedicaban a ir haciendo hoyos por aquí y por allá con el único deseo de encontrar un cofre lleno de preciosas joyas que jamás localizaron. Lo único que quedó de la vida de Xipaguazin en el pueblo de Toloriu fue la placa de la iglesia.

Y ya que hemos tocado nuevamente el tema de la placa; Chevalier L. Vidal Pradal de Mir, el que la firmaba fue, al parecer, uno de los heterónimos de SMI príncipe Guillermo III de Grau-Moctezuma, descendiente del barón de Toloriu, que en los años sesenta del siglo XX hizo su agosto en Barcelona vendiendo títulos nobiliarios y condecoraciones de la corona azteca a la gente que deseaba y podía pagarse un sitio en la realeza.
Este personaje fue uno de los descendientes de Xipaguazin y de Juan de Grau, por cierto, también se sabe que hubo o hay un descendiente en Granada de nombre Pedro Luis, que ostentaba el larguísimo título de señor de Tula y de la Villa de Monterrojano de la Peza, primer conde de Moctezuma de Tultengo, primer vizconde de Ilucán y caballero de la Orden de Santiago.

Uno podría pensar que ese único hijo nacido de la princesa y el catalán,habría podido tener una descendencia breve, pero que va!, se sabe de más de un millar de personas que se dicen familiares de esa curiosa pareja y que aún hoy reclaman su tajada del imperio azteca; a algunos les basta con saberse familiares de un emperador pero otros, más listos, reclaman la ‘pensión Moctezuma’, que fue una partida mensual de dinero que el gobierno mexicano otorgaba a los miembros de esta estirpe desde la época del Virreinato hasta el año 1934, cuando el presidente Abelardo Rodríguez decidió cancelarla. Los herederos se negaron a quedarse de brazos cruzados y en septiembre del año 2003, El Universal publicó la noticia: “El Estado mexicano adeuda las tierras que en 1526 los españoles reconocieron como propiedad de los herederos de Moctezuma Xocoyotzin, también conocido como Moctezuma II”.
Al parecer, Blanca Barragán, una de las herederas, explica en aquella nota que “el caso de la deuda a los Moctezuma no está cerrado, porque el Gobierno de la colonia española lo inscribió en el Gran Libro de la Deuda Pública, y la deuda pública es imprescriptible. Simplemente se ha dejado de cobrar desde 1934, por lo que el Gobierno mexicano debe, sumado a la gran deuda, casi otro siglo de intereses. Es una cantidad para volverse locos”.
Sin embargo, otros como Guillermo III de Grau-Moctezuma, siendo más proactivos se pusieron a vender títulos nobiliarios, algunos de ellos para carcajearse, por ejemplo el que recibió el  repostero Ramón March, que en 1974 fue condecorado “Pastelero de honor de la corona azteca”


---------------------------------------LAUS DEO-----------------------------------------------
ENGLISH

The Princess Xipaguazin Moctezuma.

A story almost unknown, which makes us think of the great pre-Hispanic culture that we sometimes forget, is very interesting, mystical, hermetic history of Princess Xipaguazin Moctezuma.

In Catalonia, Spain, near the French border there is a village of 14 inhabitants called Toloriu, like all good people that price has a church with a twist, on its website shows a plaque that reads: Princess Xipaguazin Moctezuma, daughter of Mexican emperor and wife of Juan de Grau, Baron Toloriu, died in 1537.

The plaque, written in French, signed by the "Knights of the Order of the Aztec crown of France" and a certain Chevalier L. Vidal Pradal Mir. Here things started to get good and to understand the meaning of that almost forgotten plate, we will start by telling it from the beginning.
It turns out that in those years in which ships and boats were coming from Spain to America, there was Don Juan de Grau, Baron Toloriu, seeking adventure who sailed to the New World by Hernán Cortés. While in Mexico and falling in love was set in one of the daughters of Montezuma, which are known, had 19 children.

Here several researchers have different versions, because while some say they were married, others argue that just 'stole it'. Outside one thing or another, the truth is that the princess traveled to Catalonia to live with John, who, unable to call his wife by name (not a little effort would have cost nothing), chose to call her Mary (which waste of originality).

Xipaguazin not come alone, she brought with her to one of his brothers and his personal entourage, were installed together in a Name property located in Toloriu Vima House and still remains standing. There, one year later, on January 10, 1534, died giving birth to her son, Juan Pedro de Grau Moctezuma, Baron Toloriu and legitimate emperor of Mexico.

And here comes the mysterious touch of the story, as many claim that the princess knew she would die soon and took the precaution of Vima Home bury the treasures he had inherited from his father. This was never confirmed in any way, but the legend was passed from one generation to the point that 400 years later, in 1936, his tomb was destroyed and outraged and Vima House was bought by a German treasure hunters who were engaged to go digging holes here and there with the sole desire to find a chest full of precious gems that never located. All that remained of the life of the people Xipaguazin Toloriu was the plate of the church.

And since we played again the subject of the plate; Chevalier L. Vidal Pradal of Mir, which was signed, apparently, one of the SMI heteronyms Prince William III de Grau-Moctezuma, a descendant of Baron Toloriu, which in the sixties of the twentieth century made a killing selling peerages in Barcelona and decorations of the Aztec crown to the people who wanted and could afford a place in the royalty.

This character was a descendant of Xipaguazin and John Grau, incidentally, is also known that there was or is a descendant in Grenada named Pedro Luis, who bore the lengthy title of Lord of Tula and the Village of Monterrojano of the Peza, first Earl of Moctezuma Tultengo, first Viscount Ilucán and knight of the Order of Santiago.

One might think that single child born to the princess and Catalan descent could have had a brief, but it goes!, We know of over a thousand people who claim that curious family of a couple and still claim their slice of the Aztec empire, some are simply known family of an emperor but other, more clever, claiming the 'Moctezuma pensions', which was a monthly item of money the Mexican government granted to the members of this lineage from the time of viceroyalty until 1934, when President Abelardo Rodriguez decided to cancel. The heirs refused to sit idly and in September 2003, El Universal published the news: "The Mexican State owed lands that in 1526 the Spanish recognized as property of the heirs of Moctezuma Xocoyotzin, also known as Montezuma II" .

Apparently, Blanca Barragan, one of the heirs, said in the note that "the case of debt to Moctezuma is not closed, because the Spanish colonial government enrolled him in the Big Book of Public Debt and debt public is barred. Has simply failed to collect since 1934, so that the Mexican Government should, together with the large debt, almost another century of interest. It's a lot to go crazy. "
However, others such as William III de Grau-Moctezuma, were being more proactive to sell titles of nobility, some of them to laugh, such as pastry chef Ramon received the March, who in 1974 was awarded "Pastry in honor of the Crown Aztec "
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